Cuando se trata de higiene bucal, es esencial disponer de las herramientas adecuadas. Invertir en un buen cepillo eléctrico puede ayudarte a cepillarte los dientes con eficacia, pero también es importante que lo guardes correctamente. En este artículo, exploraremos las formas en que puedes guardar tu cepillo eléctrico de forma segura e higiénica.
Limpiando y desinfectando el cepillo antes y después de usarlo
Antes de empezar a guardar el cepillo eléctrico, es importante asegurarse de que el aparato se ha limpiado a fondo. Los restos de comida y las bacterias pueden acumularse en el cabezal o el mango del cepillo, por lo que se recomienda frotarlo con un detergente suave o utilizar un portacepillos UV. Sólo tienes que asegurarte de que el cabezal permanece seco y de que los líquidos no entran en contacto con los componentes eléctricos.
Otra forma de limpiarlo para evitar que se formen bacterias es utilizando un enjuague bucal antiséptico para desinfectar el cabezal del cepillo:
- Vierte enjuague bucal en una taza u otro recipiente pequeño.
- Sumerge las cerdas del cepillo de dientes en el enjuague bucal durante 10 minutos.
- Frota las cerdas del cepillo de dientes contra una superficie dura para ayudar a eliminar la suciedad o las bacterias.
- Enjuaga las cerdas del cepillo de dientes con agua y sécalas con una toalla.
No utilices ningún enjuague bucal si contiene alcohol, yodo, cloro o abrasivos. Si se colocan objetos de valor o dispositivos electrónicos encima o debajo del cepillo de dientes, debes limpiarlos también a fondo.
La mejor forma de guardar un cepillo de dientes eléctrico
La mejor forma de guardar tu cepillo de dientes eléctrico es en un lugar seco e individual, donde los cepillos no se toquen entre sí. Contrariamente a la creencia popular, guardar los cepillos de dientes en armarios no es la mejor opción, ya que estos espacios tienden a ser húmedos y pueden provocar la formación de bacterias. Para evitarlo, te recomendamos que optes por soportes abiertos en zonas secas y alejados de aerosoles o líquidos que puedan entrar en contacto con él.
Además de un almacenamiento adecuado, también es importante sustituir regularmente el cepillo de dientes. La mayoría de los dentistas recomiendan sustituir el cepillo cada 3 ó 4 meses, o antes si las cerdas se deshilachan o doblan.
Y es que el deterioro de las cerdas del cepillo de dientes puede provocar la acumulación de bacterias y, en última instancia, caries dental. Además, los cepillos de dientes viejos pueden desgastarse y ser menos eficaces a la hora de eliminar la placa y los residuos de los dientes. Por estas razones, es importante sustituir el cepillo de dientes con regularidad. Cuando elijas un cepillo nuevo, busca uno que tenga filamentos suaves y un cuello en ángulo para acceder fácilmente a las zonas de difícil acceso. Con la sustitución periódica, puede ayudar a mantener una salud bucodental óptima.
Si cuidas bien de tu cepillo eléctrico, te asegurarás de que te proporcione un cepillado limpio y eficaz durante muchos años.
Resumiendo
Guardar y utilizar correctamente un cepillo eléctrico es crucial para mantener una buena higiene bucal. Para empezar, es importante limpiarlo bien antes de guardarlo, optando por lugares secos e individuales, y se recomienda desinfectar el cepillo con un colutorio antiséptico para evitar la acumulación de bacterias. Con unos sencillos pasos, puedes asegurarte de que tu cepillo eléctrico queda bien limpio cuando lo guardes.
